Posted by : MAKUTEROS mayo 06, 2014

Merzouga

Relato de Antonio:

Fue el primer viaje que realizaba a Marruecos en el año 1993, con 19 primaveras. Lo hice junto a un grupo de amigos, algunos de los cuales ya habíamos recorrido Europa en el famoso INTERRAIL. Nuestro empeño consistía en cruzar todo Marruecos, hasta llegar al desierto, a la gran duna, en una pequeña población llamada Merzouga. Se situá a 50 Km de la frontera con Argelia.

Antes de iniciar nuestro viaje pensamos que sería una buena idea coger toda esa ropa que ya no te pones y llevarla a Marruecos para intercambiarla por  lo que fuera, una noche de hotel, una comida, una flauta, unos bongos…. Cansados de regatear y con las mochilas llenas de ropa traída desde España, que deseábamos intercambiar por esos productos locales, llegamos al desierto con nuestro gozo en un pozo. A esas alturas del viaje ya sólo queríamos deshacernos de ella. Después de 24 horas de autobús y rotos de cansancio llegamos a la ciudad de Rissani, donde nos esperaba el amable pueblo bereber. Bajamos del autobús y pusimos nuestros pies en dirección a un hotel. En nuestro camino se cruzó un tipo, de unos 20 años,  vestido de Tuareg con turbante, que nos dio la bienvenida y se ofreció para ser nuestro guia local.

- ¿Guia local?, no necesitamos ningún guía … adiós – En el hotel un nuevo regateo terminó por diezmar nuestra paciencia. Discutimos con el recepcionista sobre un desfase del precio de 3 Dirham, (unos 50 céntimos), según apuntaba la guía. Con esa edad parecía un mundo el pagar unos céntimos de más. Finalmente muy alterados por la frustrada negociación, salimos del hotel en busca de otro lugar donde dormir. En la puerta, el "Tuareg" nos volvió a gritar:

- ¡Bienvenidos! - Una vez más, no le prestamos atención. Sin desanimarse, siguió acompañándonos hasta que sonsacó a uno del grupo que nuestra decepción venía por no pagar en el hotel el precio que aparecía en la guía. Él se enfadó muchíiiisimo y se ofreció para negociar directamente con el dueño del establecimiento, pero ninguno quería ir ya a ese hotel.

- Entonces, vengan a mi casa, podrán descansar y les saldrá GRATIS!! - propuso.

Lo hablamos y discutimos con cautela pero el cansancio nos indujo a aceptar la oferta de nuestro nuevo amigo Tuareg. Una vez en su casa, nuestra sorpresa fue mayúscula cuando nos percatamos de que no era una vivienda si no ¡una tienda! 

- Tranquilos, amigos, yo no quiero vender nada -  y extendiendo unas alfombras nos invitó a tumbarnos y dormir.

Mientras se me cerraban los ojos por el cansancio y agarraba mi mochila, miraba a mi amigo Diego y le repetía:

– Esto no es normal, Diego.
– Tranquilo Antonio, hemos llegado al desierto y aquí son todos bereberes, gente mucho mas amable. 

Me quedé dormido.



Desperté a las dos horas y vi a mis compañeros, sentados alrededor del Tuareg, rebautizado como Mashis, tomando un té, en el cuarto de al lado. Ya no llevaba las vestimentas propias de los caravaneros.

- Hola, ¿quieres un té, amigo? – me sirvió uno de esos maravillosos tés morunos con hierba buena.
- Que tienda tan bonita – le dije, mientras observaba el nutrido género que tenía colgado de las paredes: alfombras, lámparas, babuchas, chilabas,… de todo.
- Si, amigo. Es tienda familiar. De aquí comemos muchas familias. – respondió. Y fue responder y entrar un hombre joven. Se saludaron con efusivo abrazo.
- Salam aleikum – saludó el extraño.
- Aleikum salam - contesté.
- Este es mi primo Tarif – nos explico Masish.

Todos saludamos educadamente. En el transcurso de los 15 minutos siguientes, fueron entrando cada vez mas primos, amigos y familiares hasta que la relación entre ellos y nosotros fue de 3 a 1. En ese momento, Masish, esbozando un sonrisa nos dijo:

- Yo no vendo cosas de mi tienda a los amigos, pero si me gusta intercambiarlas por otras, si vierais nuestras caras en ese momento…, olvidamos toda esa tensión incómoda de encontrarnos rodeados y observados por tantos extraños, que no paraban de cuchichear.

- ¿Tenéis cosas para cambiar?, pero sobre todo ¿que os gusta de mi tienda? – dijo Masish.

Nos pusimos a buscar en las mochilas y sacar ropa y todo tipo de cosas. Fue un momento mágico.
No se lo que sucedió después porque fue un poco confuso pero acabamos cada uno en cuartos distintos con nuestras cosas. Yo con uno de los primos de Masish. Me preguntó:

- ¿Qué quieres?, ¿qué es lo que te gusta? – miré a mi alrededor y vi una hermosa alfombra negra con motivos en colores y la señale sin dilación.

-Esa alfombra estaría bien intercambiarla por … mis zapatillas Nike, mi pantalón Chevignon, mi polo Ralph Lauren y esta botella de litro de whiskey DYC. Todo esto vale mas de 15.000 pesetas (90 euros) o sea 1.000 Dirham.

El primo se acercó a mis cosas, las miró detenidamente, me preguntó por las marcas, precios y muy pensativo se dirigió a la alfombra y señalándola me miró esperando mi asentimiento. Luego la bajó, la extendió y con mucha parsimonia empezó a explicarme todo sobre el tinte natural que llevaba, lo que representaba cada una de las figuras, cómo se manufacturaba a mano, la exclusividad de la pieza… Se tiró quince minutos hablando sobre la alfombra. Al finalizar sobre un cuaderno apunto algo y luego me lo enseñó: "1.500 dirhams". Eso era lo que costaba la alfombra. Yo le señalé que lo único que quería era cambiar mis cosas por la alfombra y que ésta no valía más que las pertenencias que le ofrecía y no estaba dispuesto a negociar. Así estuvimos unos 5 minutos. 

Se dirigió a una alfombra un poco mas pequeña, la bajó y en otros 15 minutos me explicó que la tejían a mano señoras del desierto, que el tinte era natural y lo que cada figura representaba. Antes de que acabara me dirigí hacia las zapatillas que pretendía cambiar y le expuse el valor de la marca Nike y la calidad del cuero. El tipo atendía y miraba las zapatillas con autentico interés. Apuntó de nuevo en el cuaderno: “1.200 dirhams”. Yo negué con la cabeza. 

Una vez mas se volvió hacia la pared llena de alfombras y agarró una un poco mas pequeña que la anterior y vuelta a empezar. Tinte natural, tejido a mano, esto significa tal, y tal,… así pasamos 2 horas.
Al final descolgó de la pared una ¡alfombrilla de baño!, explicó su historia y apuntó en el papel: "100 Dirhams" (1.500 ptas. unos 9 €). Pensé en ella puesta en el baño de mi madre y en el precio… no era barata pero tampoco cara. Me extendió la mano y como narcotizado extendí la mía.

- Entonces ¡Trato hecho amigo! – esputó, yo todavía confundido y algo aturdido vi como se dirigía hacia las zapatillas, el polo, los pantalones y la botella de whiskey, agarraba todo y con una sonrisa me daba las gracias. En ese momento y, sólo quien me conoce bien podrá atestiguar este tipo de reacciones en mi, la sangre dentro de mi cuerpo comenzó a hervir.

- ¡Para, para, para!, ¡un, momento! – con una cara de mala leche que creó que le asustó - Para que un trato tenga validez, todas las partes tienen que acabar satisfechas ¿verdad?, pues yo no estoy contento – 

Aquel hombre corpulento pero intimidado me miró preocupado y acercándose a una pipa plateada la  tomó y me dijo:

- Mira te regalo la pipa, pero me tienes que hacer promoción, ¿vale? – Sin pensarlo mucho le di un manotazo y le exclamé:

- ¡¡Que me devuelvas mis cosas ahora mismo, esto es un timo!!.

El tipo me vió tan desatado y desencajado que no dudó ni un minuto en devolverme mi ajuar. Salí de la habitación, llamando a mis compañeros. De uno de los cuartos salía mi amigo Diego negando con la cabeza y con un turbante en la mano derecha y un colgante en la izquierda mientras repetía - Mi mochila, mis botas, mis prismáticos...

- Vámonos ya de aquí  todos, ¡estos son unos chorizos! – Tratamos de que Masish le devolviera sus cosas a Diego, pero se negó amenazándonos con darnos una paliza. Nos echaron de la tienda y regresamos al primer Hotel donde pagamos, sin problema, los 3 dirham de más que nos pidieron.

Al día siguiente vimos al "Tuareg" montado en una montain bike, con unos Levis 501, un polo de Lacoste y una gorra de Adidas circulando por el pueblo. Nada quedaba de su disfraz caravanero.

Aún hoy oigo casos de este timo a viajeros que retornan de Merzouga, así que… no os fieis de un tipo vestido de Tuareg, que cambia cosas de su tienda por otras que llevéis vosotros, porque seguro que salís perdiendo.




Si te ha gustado este Relato Viajero puedes seguir leyendo otros artículos Aquí o suscribirte al blog x email y recibir avisos de nuevas entradas :)

A todos aquellos que os gusta la aventura y queréis descubrir otra forma de Viajar en Familia, os invitamos a ver nuestros videos de viajes, disponibles en Youtube: Canal Makuteros, donde podréis disfrutar de la primera Temporada que nos llevó desde China hasta Australia. La segunda ruta, por Sudamérica, y la tercera recorriendo China, Corea y Japón, podéis disfrutarla en el site de RTVE: www.rtve.es/familiamochila

Os animamos a seguirnos en las redes sociales:

               

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

- Copyright © FAMILY RUN - RELATOS DE VIAJE - Skyblue - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -